El Mercurio
Gracia Dalgalarrando, fundadora y gerenta general de WoomUp, indica que uno de los impedimentos que dificultan el ascenso de las mujeres en las empresas son los “sesgos inconscientes, a nivel cultural, social y profesional. Estos determinan el rol que cumple un hombre y el rol que cumple una mujer en la sociedad”. Algunos de los sesgos que trabajan en WoomUp, organización que a través de mentorías y capacitaciones ayuda a las empresas a lograr la equidad de género, son la idea de que las mujeres no rinden lo mismo que los hombres, que son menos competentes, por lo que se les da menos atribución y se les culpa más por los errores, o que su prioridad, a diferencia de los hombres, es la familia y no el trabajo. “Los sesgos son atajos mentales que toma el cerebro; entonces cambiarlos es difícil”, señala Dalgalarrando.
Cristina Muñoz, cofundadora de We Link Her, plataforma tecnológica que conecta a mujeres con ofertas de trabajo flexible en Latinoamérica, afirma que una traba para las mujeres en sus carreras son los sesgos inconscientes de género. “Tiene que ver con la mirada del estereotipo masculino asociado con una persona analítica y que genera logros, mientras que lo femenino está asociado más bien a la empatía, al cuidado de otros y, en el fondo, a las habilidades más blandas”. Según Muñoz, esto tiene un efecto, por ejemplo, en la reincorporación de las mujeres luego de una laguna laboral.
Corresponsabilidad
La cofundadora de We Link Her comenta que “pasa mucho que cuando una mujer ha tenido una laguna laboral se le encasilla, se dice que ella prioriza al 100% a su hijo a tal punto de haber abandonado su carrera; por lo tanto, va a ser una mujer que no necesariamente va a entregar lo que entrega un hombre, que sería liderazgo y responsabilidad”. Muñoz asegura que priorizar a los hijos “no tiene por qué ser algo malo, pero lamentablemente en los espacios de trabajo no es visto como algo positivo”.
Carolina Eterovic, fundadora y directora de Mujeres Empresarias, organización que construye y conecta espacios de desarrollo profesional para mujeres en el mundo empresarial, señala que hoy el problema no se da al inicio de las carreras de las mujeres, sino que después. “La mujer tiene el conflicto permanente de la familia y el trabajo, que la hace perder posibilidades de ascender al ritmo de un hombre. Al principio, la mujer y el hombre van en una carretera en su desarrollo profesional, pero después la mujer tiene que salir a la caletera en los períodos en que tiene hijos, lo que la va ralentizando”.
Eterovic afirma que, en este sentido, es muy importante la corresponsabilidad entre madre y padre para el cuidado de los hijos. “Hay un sesgo muy grande de cargarle la mano a la mujer, en términos familiares”, dice.
Jimena Zapata, cofundadora y CEO de Genias, organización que existe para impulsar y visibilizar el emprendimiento y el desarrollo laboral de las mujeres, coincide en este punto. “La falta de corresponsabilidad está instalada en la familia, las empresas, y en la sociedad en su conjunto; entonces, también ayuda a que las mujeres no puedan crecer en una organización”, plantea. Gracia Dalgalarrando también destaca que “la falta de corresponsabilidad en el hogar hace que la mujer necesariamente tenga que destinar más horas de su día a las labores domésticas que el hombre”.
La fundadora de WoomUp identifica además dos principales limitantes internas que impiden a las mujeres avanzar en sus carreras profesionales. “Una es que las mujeres tienen o hacen menos redes. Hablamos menos de trabajo fuera del mundo laboral, entonces hacemos menos vínculos profesionales”. Otra traba que reconoce es que “tenemos pocas referentes, pocos modelos a seguir de mujeres cercanas que han llegado a algún cargo de responsabilidad. Vemos pocas mujeres en altos cargos; por lo tanto, nuestras expectativas son más bajas”.
Carolina Eterovic también identifica este problema en las mujeres con más trayectoria, producto de las lagunas laborales. “Hace que la mujer se ponga más insegura, porque ve que un equivalente hombre hace una carrera más extensa en tiempo y en horario, que ellas no necesariamente pueden cumplir. Entonces, empiezan a no creerse el cuento”. Cristina Muñoz indica que a veces a las mujeres les cuesta “presentarse ante las empresas seguras de sí mismas, de sus propias competencias y del valor que generan. Muchas veces se enfrentan a la situación de reincorporación laboral con temor al rechazo”.
Jimena Zapata también destaca la importancia de crear lazos entre mujeres dentro de una organización. “Hemos sido criadas para vernos como competencia. Para mí el dicho de que ‘solas llegamos más rápido, pero juntas más lejos’ es absolutamente cierto. Yo creo que en la medida que se impulse la sororidad dentro de las organizaciones, esto va a traer como consecuencia positiva que las mismas mujeres crezcamos en nuestro desarrollo laboral”.