Al hablar de felicidad muchas corrientes mencionan que es un factor determinante para la salud física y mental de las personas y en consecuencia para su desempeño en lo laboral. En este contexto, la tercera versión de “Termómetro de Alta Dirección ME”, de Mujeres Empresarias sobre la importancia de la felicidad para el pleno desarrollo profesional, arrojó que el 70% de las mujeres encuestadas en cargos de alta dirección le dan una prioridad muy alta, mientras que el 1% asigna una valoración muy baja para este ítem.
Mujeres Empresarias realiza esta encuesta entre mujeres que ocupan altos cargos y cargos directivos en las empresas chilenas y que son parte de la Red BOW. En esta tercera versión de “Termómetro de Alta Dirección ME” se utilizó una muestra bifásica de un universo de 650 Alumni con un total de 100 respuestas entregadas. El público objetivo fueron mujeres ejecutivas entre los 35 y 65 años de edad con más de 15 años de experiencia laboral en cargos de primera línea.
Carolina Eterovic, directora ejecutiva de Mujeres Empresarias, destaca que “los seres humanos queremos ser felices, entendiendo la felicidad como un concepto integral entre factores determinantes, tales como la familia, el trabajo y la economía. Estamos deseosos de saber qué hacer, cómo lograr estados emocionales positivos y una sensación de bienestar lo más sostenida posible en las empresas donde trabajamos. Por esta razón, quisimos conocer la percepción de nuestra RedBOW acerca de la felicidad y bienestar en las organizaciones”.
Otro dato interesante de “Termómetro de Alta Dirección ME” menciona que el 55,6% de las ejecutivas encuestadas considera la felicidad y bienestar como una variable importante para la toma de decisiones profesionales.
Mientras que el 66,7% manifiesta como sumamente importante el rol de la felicidad en los equipos de trabajo para lograr los objetivos organizacionales. “Al contar con el componente de bienestar y felicidad se logran equipos con alta automotivación, más creativos y cooperativos, se involucran más y hay menos probabilidades del fenómeno de burnout. Existe un mayor nivel de compromiso con las organizaciones en las que trabajan”, enfatiza Carolina Eterovic.
Como conclusión, se puede observar en la encuesta que la felicidad organizacional es una co-responsabilidad entre la organización y el colaborador. Pese a que la responsabilidad final de la felicidad sigue siendo individual, la empresa debe tener la capacidad para ofrecer a sus colaboradores las condiciones y procesos de trabajo que les permitan desplegar sus fortalezas individuales y grupales, conduciendo el desempeño hacia metas organizacionales sostenibles y sustentables.